Como ya
os comentaba en blogs anteriores, la comunión de mi sobrina está a la vuelta de
la esquina, y teniendo ya todo listo y preparado para mis peques, ahora el
turno me toca a mí.
Llevaba
ya unos días dando una vuelta por algunas tiendas, incluso por internet por ir
haciéndome una idea de cómo iba a ser el vestido y zapatos para la comunión y
que aparte me pudiera servir para una de las bodas que tengo después.
La
primera idea que llevaba en mente era vestido corto, ya que los eventos que
tengo son una comunión y una de las bodas es de día, por lo que la largura
estaba decidida desde el principio, aparte de la comodidad de tener que ir con
el peque en brazos y detrás de él, y más ahora que empieza a ponerse de pie y
solo quiere estar en el suelo. Los
colores que se me pasaron por la cabeza desde el principio fueron muchos, entre
ellos el coral y agua marina por un lado y por otro algo más neutro para poder
jugar luego con los complementos.
Con
todas las ideas en mi cabeza, y con todas las colecciones nuevas en los
escaparates, empecé a mirar y probar. Estuve en varias tiendas del centro de
vestidos de fiesta donde había vestidos espectaculares como en Dress-Bori y Rosa Clará, pero para mí personalmente me los veía recargados, y no
me veía favorecida. Por lo que la idea de los colores vivos lo empecé a
descartar, y centrándome más en tonos claros.
Me
acerqué a Dolores Promesas con la
idea de seguir mirando sin saber que allí iba a encontrar el vestido perfecto,
es de la colección Heaven, en un color arena, más abajo os dejo una
foto. Lo he visto un vestido muy sencillo a la vez que elegante para cualquiera
de las dos ocasiones, tanto para la comunión como para la boda de día. La largura
del vestido la veo muy cómoda, y más pensando en el pequeño.
En la
foto que he encontrado en el catalogo de Dolores
Promesas lo combinan con unas sandalias en dorado, que sinceramente quedan
muy bonitas y elegantes, pero yo después de probar varias opciones y pensando
en el mes de mayo que no sabemos si hará un día esplendido o nos lloverá, me he
decantado por unos clásicos salones en color morado con tacón alto y un poquito
de plataforma. Al ser el vestido tan sencillo y clarito, me apetecía darle color
con los zapatos, y de todos los colores que probé, el morado lo veía muy
favorecido. La cartera la he cogido tipo sobre en el mismo tono de los zapatos.
Así que
hasta aquí os puedo contar de cómo será el estilismo que llevaré el día de la
comunión de mi sobrina, que después de llevar unas ideas en la cabeza han sido
completamente diferentes.
Espero
que os guste, y ya os iré contando cómo ha ido cuando llegue la fecha.
¡Hasta
pronto blogueros!
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